Benjamin, con su pasión, nos recuerda que no hay nada completamente imposible; y también, que los directores de orquesta, o de cualquier organización, tienen el deber de confiar en su equipo y transmitirlo de corazón...Esos son los auténticos líderes.
Benjamin, con su pasión, nos recuerda que no hay nada completamente imposible; y también, que los directores de orquesta, o de cualquier organización, tienen el deber de confiar en su equipo y transmitirlo de corazón...Esos son los auténticos líderes.
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